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Reducir, reutilizar, reciclar… y no especular.

Desde bien crías nos han enseñado y enseñan en la escuela la importancia de "la regla de las 3 R": Reducir, Reutilizar y Reciclar. En ese orden y no en otro.
 
Esta importante regla, atractiva y fácil para aprender, la capta antes nuestra juventud que la clase política. Una vez más, podemos leer estos días en prensa la colaboración de Ecoembalajes S.A. (conocida popularmente como Ecoembes) con el Gobierno de Cantabria. La colaboración consiste en el fomento del reciclaje en los diferentes municipios de Cantabria a modo de competición, creando hasta un ranking de qué municipios reciclan más.
 
Ecoembes es una empresa "sin ánimo de lucro" que gasta sus grandes beneficios en grandes sueldos, en publicidad "verde" y en acciones como la que está realizando en nuestra tierra.
 
Reciclar es bueno, sin duda, pero reducir y reutilizar aún más: el Gobierno no está fomentando el reciclaje, está fomentando el consumo de residuos apoyado en una de las empresas que menos ayuda al medio ambiente, colaborando al habitual ‘greenwashing’ que se hace de esta empresa desde otros ámbitos.
 
Muchos países europeos están caminando hacia un sistema de retorno de envases (SDDR) mientras Cantabria se están quedando anclada en un modelo insostenible debido al poder que tiene Ecoembes en el Estado español. Es sencillo de explicar: mientras en otros países es el consumidor el que recibe el beneficio económico de retornar el envase para que sea un recurso y no un residuo, en El Reino de España ganan dinero las marcas en la producción de sus envases y “gana dinero” Ecoembes (cuyo consejo de administración está repleto de los dueños de estas marcas) con el reciclaje de tus residuos. Es la pescadilla que se muerde la cola y con la que los gobiernos están cómodos, pero no es sostenible ni justo con la labor del común.
 
Al Gobierno tampoco parece importarle los estudios que señalan que el reciclaje de Ecoembes es mucho menor del que arrojan sus datos. Mientras la empresa señala que reciclan un 75% de los envases, estudios de Greenpeace arrojan cifras de solo el 25%. Se producen incendios misteriosos en plantas de reciclaje, se vende la basura a países del sudeste asiático trasladando así el problema a otro lugar, muchos de estos residuos acaban en los vertederos y otros muchos son quemados en incineradoras mediante un proceso que no es precisamente ecológico.
 
El Gobierno de Cantabria es cómplice de todo esto. El consejero de Medio Ambiente señalaba en declaraciones que es "una buena noticia para seguir fomentando la economía circular". No le falta razón, pero que nadie se engañe: la economía circular que está fomentando es la de las empresas que más residuos generan en Cantabria.
 
Reciclar es bueno, lo sería más si recayera en el bienestar común; pero si podéis, intentad antes reducir los residuos y reutilizar todo aquello que se posible. Consume producto de proximidad, evita el uso de plásticos y organízate para exigir cambios en las políticas que vayan más allá de lo estético.

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