Desde Cantabria No Se Vende nos sentimos orgullosas de que una vez más, como ya se hizo en la lucha contra el fracking, el pueblo cántabro, consciente, organizado y movilizado haya conseguido que se imponga el interés general sobre el ansia de lucro más inmoral y que tanto dolor han causado a muchas familias en nuestros barrios como son las casas de apuestas. ¡GRACIAS!