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Se trata de un reino y un emirato absolutistas e integristas, implicados en la financiación del yihadismo, que niegan los derechos humanos más básicos

La empresa SODERCAN, adscrita a la Consejería de Industria del Gobierno autonómico, con la colaboración de la Cámara de Comercio y de la Embajada de España en Doha, ha hecho pública una misión comercial de carácter virtual a Arabia Saudí y Catar del 18 al 28 de octubre.

En un contexto en que las empresas tratan de vincularse al compromiso social y medioambiental, coincidiendo con la entrada de los talibán en Kabul, la Consejería de López Marcano y la Cámara de Comercio de Piñeiro han hecho pública su carencia absoluta de escrúpulos, promoviendo el negocio con estos dos regímenes.

En concreto, Arabia Saudí está implicada en crímenes de guerra y otras violaciones graves del derecho internacional en la Guerra de Yemen, niega los derechos más básicos, celebra sistemáticamente juicios injustos con sentencias de muerte, aplica castigos corporales en aplicación de la sharia y persigue a todo tipo de activistas sociales. La brutalidad de este Régimen acaparó portadas tras el asesinato del periodista Yamal Jashogyi en su consulado.

Junto a Catar, está implicado en la financiación del yihadismo, según denunció recientemente el propio presidente de Francia. Los grupos que se nutren del dinero del emirato incluyen grupos terroristas libios, Al-Qaeda y su filial siria Al-Nusra, o los propios muyahidines afganos que conocemos como talibanes y acaban de tomar el poder. En su territorio, 6.500 obreros han muerto únicamente en las obras del Mundial de 2022.

Estos son los regímenes donde, con nuestro dinero pero sin nuestro permiso, el Gobierno de Cantabria (que financia a traves de Sodercan el 70% de las agendas de trabajo en esta misión comercial) y la Cámara de Comercio llaman a “realizar prospección de nuevos mercados”.

Desde CNSV consideran esta misión inaceptable, demostrativa de la falta de escrúpulos de gobierno y grandes empresas, así como de la profunda hipocresía de quienes se llevan las manos a la cabeza estos días por la toma de poder talibán, pero están deseando hacer negocio con ellos o quienes les financian.

Dentro de la campaña #YoNOComproApartheid, lanzada cuando se cumplían 10 años del Dictamen del Tribunal de La Haya contra el Muro construido ilegalmente por Israel en Palestina, se presentó el sello Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI). Con ello, se quiere apoyar la creación, en nuestros barrios, pueblos y ciudades, de espacios comerciales, culturales, políticos, deportivos, académicos y sociales del Estado español que se niegan a colaborar con —o apoyar por pasiva— el sistema colonial y de apartheid israelí. La ocupación de Palestina por el Estado de Israel se inició oficialmente en 1948, es decir, hace ya 66 largos y cruentos años, y constituye, por lo tanto, una de las injusticias políticas más largas de la historia.

Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI)

Sello Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI).

Con este sello, que se enmarca en la campaña de solidaridad ciudadana global, no violenta y antirracista de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el Apartheid israelí, queremos formar islas de conciencia política e ir consolidando Espacios Libres de Apartheid Israelí en diferentes lugares del Estado español. La campaña BDS nace en el año 2005 en el seno de la sociedad civil palestina, con la publicación de un manifiesto firmado por casi 200 organizaciones sociales, ONG, partidos y sindicatos, tomando como referente la campaña internacional de boicot contra el Apartheid sudafricano, que fue fundamental para acabar con ese régimen racista.

La sociedad civil internacional ha recogido el guante lanzado desde Palestina para extender la campaña por todo el planeta, devolviéndonos a una solidaridad de tipo político, que busca ir al núcleo del problema y combatirlo. De esta manera, se trata de apoyar la lucha del pueblo palestino por sus derechos humanos, así como el derecho a la igualdad y a la autodeterminación. El movimiento BDS persigue:

  1. El fin de la ocupación de Cisjordania, Jerusalén Este y Franja de Gaza, territorios ocupados ilegalmente por Israel en 1967.
  2. El derecho al retorno de los 7,5 millones de refugiados y refugiadas palestinas que no pueden volver a Palestina.
  3. El reconocimiento de la igualdad de la ciudadanía árabe-palestina dentro de Israel.

En el centro del problema está el sionismo: el proyecto político de construcción de un estado exclusivo para personas judías en Palestina que, desde sus inicios, se desarrolla mediante la ocupación y colonización de territorios palestinos, la separación de los colonos judíos de la población palestina autóctona, la expulsión de esta población fuera de Palestina, o bien su subyugación y su eliminación física. El sionismo define a Israel como un estado que sirve a una parte de su ciudadanía (en contra de otra) y vincula de manera ilusoria y directa la construcción de Israel a la destrucción del pueblo palestino.

El último y sanguinario ataque lanzado por Israel contra la Franja de Gaza durante el verano de 2014, que ha causado la muerte de más de 2.190 personas, de las cuales 527 eran niños y niñas, destruyendo al tiempo miles de casas e infraestructuras civiles (incluyendo hospitales, escuelas y refugios de la ONU), es una demostración más que evidente de ese proyecto político. También lo es la ampliación y consolidación de la ocupación israelí en Cisjordania y Jerusalén Este, a través de las colonias, el muro, los checkpoint, etc. La economía israelí se construye sobre la base de negar la economía palestina. Es una economía de ocupación y apartheid.

Mapa de la destrucción de Palestina.

Mapa de la destrucción de Palestina.

En el campo económico, la campaña BDS ha obtenido éxitos importantes. Debido a la presión internacional, la empresa Veolia tuvo que abandonar el proyecto de construcción de un tranvía israelí en territorio palestino. En el ámbito agroalimentario, la empresa exportadora de productos agrícolas Agrexco tuvo que ser liquidada y remplazada por otra exportadora pública israelí llamada Mehadrin. Otro ejemplo es el de Mekorot, empresa israelí que suministra agua a las colonias ilegales ubicadas en los Territorios Palestinos Ocupados, que vio suspendidas sus relaciones con la mayor empresa holandesa de aguas, Vitens, por este motivo. En el ámbito de las desinversiones, los fondos de pensiones de Noruega y Holanda retiraron las inversiones que tenían en empresas y bancos israelíes por su complicidad con las colonias en territorio palestino. Estos casos nos demuestran que la campaña está teniendo resultados.

En Europa, las empresas productoras, mayoristas e importadoras tienen la obligación de informar a los comerciantes sobre el lugar de origen de los productos. Muchas veces, la etiqueta «fabricado en Israel» es utilizada por productores y exportadores israelíes en fraude de ley, para comercializar productos fabricados o cultivados en las colonias israelíes en territorio palestino ocupado. La ilegalidad de estas colonias ha llevado al gobierno español a alertar, en junio de 2014, a la ciudadanía y empresas españolas de los riesgos legales, económicos y de imagen que entrañan las actividades económicas y financieras con estos asentamientos. En tal contexto, al abstenerse de comercializar productos israelíes, los y las comerciantes evitan ser cómplices de la vulneración del derecho internacional y del engaño a los consumidores y consumidoras. Para ayudarte a conocer los productos y marcas a evitar, puedes consultar http://www.boicotisrael.net/productos.

Con el sello Espacio Libre de Apartheid Israelí, nos solidarizamos con el pueblo palestino de una forma que vaya más allá de la caridad y de los parches humanitarios. Vamos a la raíz del problema y participamos en un movimiento global de defensa de los derechos humanos del pueblo palestino, que presiona a Israel para que respete la legalidad internacional mediante el boicot de los productos israelíes y la denuncia de sus políticas de apartheid.

Las tiendas o espacios que se declaran Espacio Libre de Apartheid Israelí deberán:

  1. Adherirse formalmente a la campaña, informando a la RESCOP de sus datos para poder ser incluidas, si lo desean, en un directorio de Espacios libres de Apartheid Israelí.
  2. Difundir la campaña entre sus consumidores/as colocando de forma visible, una pegatina identificativa del sello, en la tienda o local.
  3. Abstenerse de comprar y vender productos procedentes de Israel o de las colonias israelíes construidas ilegalmente en territorio palestino.

Una vez adheridos a la campaña, podrán utilizar el sello para demostrar su compromiso con el respeto de los derechos humanos, la igualdad entre los seres humanos y la autodeterminación de los pueblos. Para conseguir el sello, escríbenos a causapalestina@gmail.com o boicotisraelbds@gmail.com.

NOTA INFORMATIVA REPRODUCIDA DE LA CAMPAÑA DE https://boicotisrael.net/elai/